La verdad es que el precio de una traducción puede variar de uno a diez. Si bien no siempre el proveedor más caro es el mejor, no cabe duda de que por debajo de un precio determinado, la traducción no hará justicia a su imagen de marca.
Sea realista: piense en las horas que ha pasado su equipo redactando el documento original y en las horas que el traductor va a necesitar para entregarle un producto a la altura de sus necesidades.
Antes de elegir un traductor, recuerde el tiempo y dinero que le ha costado planificar una estrategia de exportación. La traducción es el vehículo que la llevará a su destino. Solamente una traducción profesional cumplirá el objetivo que busca.
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