La empresa que contrata un servicio de traducción para sus documentos está contratando mucho más que un traductor. Está contratando confianza, profesionalismo y un resultado determinado. Como en todo servicio, las posibilidades de equivocarse al elegir un traductor son infinitas, especialmente si la empresa o persona que necesita la traducción no utiliza con frecuencia este tipo de servicios y por lo tanto no está familiarizada con los pasos. A veces hay confusión en torno a las expectativas y no siempre se entiende que, para llegar a un resultado esperado, hay que desarrollar un proceso que atraviesa varias instancias.
Pero ya sea que la empresa contratante posea o no experiencia en la procuración de servicios de traducción, hay algunos puntos clave que guían la elección del traductor adecuado para cada situación:

- La traducción debe ser un punto de partida confiable para la toma de decisiones. Debemos entender que el usuario final de la traducción la utilizará como herramienta de información veraz en base a la cual dirigirá sus actos. Si la traducción es ambigua, las consecuencias de las acciones pueden ser fatales. Todos los involucrados en el proceso deben tener este precepto en mente durante todo el curso del desarrollo del servicio.
- La traducción debe estar lista en los plazos estipulados al momento de la contratación. El tiempo de entrega es un factor decisivo. Al efectuar la contratación hay que conversar francamente con el traductor sobre las necesidades y la existencia de flexibilidad o no en los plazos, y obtener de parte del traductor el compromiso de cumplimiento apropiado.
- El conocimiento que un traductor tenga sobre el tema determinará, entre otras cosas, el éxito al saber interpretar el texto en su contexto. Para realizar una buena traducción es imprescindible entender el contexto y todo lo que ello implica para otorgarle a cada expresión el sentido adecuado al caso en sus idiomas y contextos culturales.
- Dedique a la traducción al menos tantos medios como haya dedicado al original. Cada sector, negocio, o especialidad tiene su traductor especializado. Los mejores traductores serán aquéllos que dominen mejor el tema, el contexto y su vocabulario. Hablar con los traductores antes, durante y después de la entrega del servicio, le permitirá entender si escogió el traductor indicado.
- Conviene entregar al traductor todo el material de referencia antes de comenzar el trabajo. Si la empresa ya tiene traducciones hechas con anterioridad, que le hayan dado buenos resultados, le van a servir al traductor para identificar el estilo que la empresa espera en la traducción, y el resultado será un texto en el otro idioma que conservará la coherencia deseada.
La traducción no es un commodity y por lo tanto los traductores son profesionales expertos en cada campo, que trabajan como aliados comunicacionales con las empresas. Aclarar las expectativas y transmitirlas correctamente al traductor harán que la contratación de servicios de traducción sea una oportunidad comunicacional productiva y feliz.