La traducción jurídica es una especialización // Legal translation as a special area of translation

ESPAÑOL: 

La traducción jurídica es una especialización de la actividad de traducción. Esto se debe al hecho de que la traducción jurídica involucra el derecho, y puede producir un impacto y consecuencias tanto lingüísticas como legales, y también se debe a la naturaleza especial del derecho y el vocabulario jurídico. Además, la traducción de textos jurídicos de cualquier tipo, desde leyes a contratos o declaraciones ante la justicia, es una práctica en la que convergen la teoría del derecho, la teoría del lenguaje y la teoría de la traducción. Por lo tanto, resulta esencial que el traductor jurídico posea un entendimiento de la naturaleza del derecho y la jerga legal, y del impacto que ejerce sobre la traducción jurídica.

ENGLISH: 

Legal translation is a special and specialized area of translational activity. This is due to the fact that legal translation involves law, and such translation can and often does produce not just linguistic but also legal impact and consequence, and because of the special nature of law and legal language. Moreover, as is noted, the translation of legal texts of any kind, from statute laws to contracts to courtroom testimony, is a practice that stands at the crossroads of legal theory, language theory and translation theory (Joseph 1995: 14). Therefore, it is essential that the legal translator have a basic understanding of the nature of law and legal language and the impact it has on legal translation. (Cao 2007: 19)

La importancia del estilo en una traducción

Una compañía de seguros mandó a traducir sus pólizas a los profesores de inglés de su departamento de capacitación.
La redacción tenía tan poca precisión jurídica que la primera demanda que le interpusieron a la empresa de seguors implicó un gasto cinco veces mayor de lo que hubiera costado una traducción profesional.

La tentación de poner una traducción en manos de un conocido que sabe el idioma («es un genio, sabe mucho inglés…») o en un programa de traducción automática («total, si se entiende…») a veces es muy fuerte.

El resultado puede ser un texto ridículo, gracioso (en el mejor de los casos), que no logrará transmitir el mensaje del texto original. Quizá reciba una traducción comprensible, pero quien la lea será consciente de que no es un texto original, el idioma de partida creará interferencias en la comunicación. O las frases serán poco fluidas y habrá que leerlas dos veces para entenderlas. O carecerá de la precisión terminológica propia de su industria. 

«Si un documento va a hablar por su empresa, vale la pena invertir en una traducción profesional especializada.»

VERONICA MAGÁN LACA
TRADUCTORA PÚBLICA E INTÉRPRETE

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